Marruecos - Tanger: marruecos encuentra el norte

Desde las costas del sur de España, de Algeciras, de Gibraltar, se puede divisar Tánger la Blanca en la otra orilla del mar. Está muy cerca de nuestra Europa, esta primera ciudad marroquí (...) y el sultán de Marruecos ha decidido hacerla medio abandonada a los visitantes extranjeros, para que aparten sus ojos de ella como de una ciudad infiel". Desde Pierre Loti, que describió así la ciudad en marzo de 1889, el alma de Tánger se encuentra en esta dialéctica entre proximidad y distancia. Con Europa, en primer lugar, pero también con el resto de Marruecos, como lo atestiguan su condición de ciudad internacional de 1923 a 1956 y luego su relativa desvalorización en las décadas de 1970 y 1980. El reto hoy en día es la reconexión de la ciudad con su país (autopista, TGV...) y el desarrollo de toda la región septentrional del país. En este contexto, por esta ubicación, Tánger y su región son, sin duda, uno de los atractivos más relevantes que tiene Marruecos para tener éxito en su integración en la globalización.

 

Leyenda de la imagen satelital

 

Esta imagen de Tánger, un puerto marroquí situado en el Estrecho de Gibraltar, fue tomada por el satélite Sentinel-2B el 6 de mayo de 2021. Se trata de una imagen en color natural con resolución nativa a 10 m.

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Contiene informaciones © COPERNICUS SENTINEL 2021, todos los derechos reservados

 


Repères géographiques

 

 

 

Presentación de la imagen global

Tánger: un paisaje en movimiento

La presentación de Tánger podría ser una larga colección de citas, ya que la ciudad goza de un gran prestigio en los círculos artísticos e intelectuales de Europa y Norteamérica en el siglo XX. El atractivo de la ciudad se debe a su lado exótico: Tánger, la "puerta de Oriente", es la "ciudad de ensueño" querida por Paul Bowles. Los viajeros llegan como si desembarcaran en una isla, y si ningún mar separa Tánger de su continente, pocos son los que van más allá de sus muros. Tánger, pues, parece ser "autosuficiente" (Truman Capote).

Las cosas cambian con la independencia, y más aún con el triunfo de la globalización: Marruecos hace de Tánger su principal puerta de entrada, abierta al resto del mundo, y esto es lo que revela la imagen de satélite.

La imagen es ante todo la de una interfaz entre tierra y mar. El primer movimiento que se destaca del espacio es el movimiento natural del mar y las olas. Las olas del océano, en la mitad occidental de nuestra imagen, donde el litoral se extiende por largas playas de arena, dan ritmo a todo el litoral atlántico marroquí hasta la frontera con Mauritania.

El segundo movimiento es el de los flujos que unen el marco y el fuera de marco de nuestra imagen. El fuera de marco, es decir, Europa, a 15 km al norte, y, más allá, el mundo. Estos flujos se reflejan en las instalaciones que los sustentan. La línea de costa revela cuatro puertos y ejes de comunicación estrían la imagen. En Tánger termina, o empieza, la red de autopistas del Reino. Ésta une la ciudad con Rabat, Casablanca, Marrakech y finalmente Agadir, a 800 km al sur. Este eje vial se prolonga aún más: la relativa normalización de la situación en las provincias saharianas del Reino y la apertura de la frontera entre Marruecos y Mauritania hacen de Tánger el extremo norte de la primera carretera verdaderamente transahariana. Por último, desde 2018, a Tánger llega una línea ferroviaria de alta velocidad que sitúa la capital económica a dos horas de distancia.

Vistas desde el espacio, la ciudad de Tánger y su región son captadas en un tercer movimiento, que se inscribe en el espacio y el tiempo, el de la transformación. Aquí nos llaman la atención los puntos brillantes de las distintas obras que salpican la imagen. Los ejes ya mencionados son tanto más visibles cuanto que los escombros que los bordean están todavía frescos. Circunvalaciones, vías de acceso, estructuras en construcción: la propia infraestructura de transporte está en constante cambio. En otros lugares, es la ampliación de un puerto, la extensión de una zona industrial, el nacimiento de una nueva ciudad: desde hace diez años, Tánger se sitúa en el centro de los proyectos de desarrollo del Reino. Al conectar su región norte con el centro económico y político del país, el eje Rabat-Casablanca, Marruecos pretende imponerse como puerta de entrada al continente africano. Tánger es, pues, para Marruecos lo que Marruecos propone ser para África: un punto de anclaje para la globalización.

 

Enfoques

 

El Gran Tánger, de ciudad internacional a metrópolis globalizada.

Un sitio excepcional y una historia

Es difícil encontrar, en el paisaje urbano actual, la ciudad de Tánger tal y como la describían los escritores de la Generación Beat. Hoy en día, Tánger es una dinámica metrópolis de más de un millón de habitantes, la tercera ciudad del Reino en términos de población, que ha experimentado un considerable crecimiento demográfico y urbano en las últimas décadas.

Cuenta con un paraje natural excepcional frente a una costa que cae globalmente al mar: una bahía amplia y bien resguardada, cuyo arco de círculo casi perfecto ocupa la mitad oriental de nuestra imagen. Una larga playa se extiende hasta el cabo Malabata. Al oeste, el paisaje es más accidentado: la escarpada costa no está urbanizada y los parques y bosques con su verde oscuro ponen de relieve las colinas. Los senderos conducen a los turistas y caminantes a través de la reserva natural del Cabo Espartel, llamada así por el promontorio que abre el Estrecho de Gibraltar.

Al oeste, en el límite del bosque, este barrio de la ciudad, conocido como "la montaña", está salpicado de magníficas villas. Una alta burguesía cosmopolita se ha instalado aquí desde finales del siglo XIX. En Tánger, ésta ha contribuido a configurar el paisaje y las costumbres. También ha marcado la imagen de la ciudad, invariablemente asociada al mito de una época dorada: la de la "zona internacional".

Durante el periodo colonial, las potencias europeas que competían por la ciudad decidieron colocar a la antigua capital diplomática de Marruecos bajo un estatus internacional especial. Tánger fue entonces coadministrada por Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica, España y Portugal. La ciudad quedó así separada simbólicamente del resto del Reino. Vivió entonces su período de gloria: los transatlánticos atracaban allí, vertiendo artistas occidentales deseosos de libertad y exotismo, que se buscaban y se perdían en las estrechas calles de la Medina o en las plazas del grande y del pequeño Socco.

Una metrópoli que experimenta profundos cambios funcionales y urbanos

La Medina sigue siendo el corazón de la metrópoli. Es un barrio popular, en parte aburguesado, y una zona turística. Los museos -el de la Kasbah y el de la Legación Americana- presentan un resumen de la rica historia de la ciudad, desde la era fenicia hasta nuestros días.

El puerto es claramente visible en la fotografía satelital. Comunicado por los ferries en procedencia de Tarifa, que representan 1,7 millones de pasajeros al año, y por un número creciente de cruceros, está experimentando una profunda reconversión sectorial y funcional. En efecto, desde la puesta en marcha de Tanger-Med en el este de la región frente a España, una gran parte de la antigua zona portuaria ha sido transformado en zonas residenciales y de ocio en el marco de la operación "Tanja Marina Bay".

Éste es uno de los grandes proyectos del rey Mohamed VI: hacer de la perla del Estrecho una ciudad moderna y atractiva, un escaparate de la emergencia marroquí. Nuevas carreteras, nuevos barrios en el paseo marítimo, rehabilitación de la medina, teniendo en cuenta los aspectos medioambientales, patrimoniales y sociales: el proyecto Tánger-Metrópolis cumple con todos los requisitos que se esperan de una renovación urbana de este tipo.

La apertura de la línea ferroviaria de alta velocidad Casablanca-Tánger se inscribe en este movimiento: la burguesía marroquí, durante un fin de semana, puede así apropiarse de nuevo de esta ciudad del norte, durante mucho tiempo extraña y extranjera, y darle así un horizonte y un imaginario específicamente marroquíes.

 


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Un eje de desarrollo en el suroeste de la aglomeración

Un centro logístico y económico excepcional

Nos encontramos en el sur de la aglomeración, en una zona de encrucijada crucial en la conexión de la ciudad con su entorno inmediato, con Marruecos y con el resto del mundo. Un intercambiador de autopistas une el centro de la ciudad y su aeropuerto al norte, Rabat y Casablanca al sur, y el puerto de Tánger-Med al este. En las inmediaciones de este intercambiador destaca un amplio aparcamiento: es una zona de acogida reservada a los MRE -marroquíes residentes en el extranjero- durante su estancia estival. Por su ubicación y su tamaño, subraya la importancia de las lógicas migratorias hacia el norte y la Unión Europea.
Al oeste de la autopista, se suceden de norte a sur tres zonas distintas: una zona industrial -la famosa Zona Franca de Tánger- alrededor del aeropuerto, una nueva ciudad de forma circular y, por último, una amplia zona forestal. Estos espacios atestiguan, a su manera, las dinámicas demográficas y económicas de la metrópoli.

Zona franca y ciudad nueva: ordenar el espacio

La zona franca es una de las claves del desarrollo de Tánger. Es el mayor y más antiguo de los cuatro parques empresariales de la región que tiene este estatus. Creada en 1999, actualmente acoge a unas 500 empresas, con una inversión total de más de 600 millones de euros. Responsable de la creación de 60.000 puestos de trabajo, se encuentra, según su autoridad supervisora, entre las 10 zonas francas más atractivas del mundo.

Zona generalista, acoge a empresas de diversos sectores: automóvil, aeronáutica, textil, pero también agroalimentario, consultoría de inversiones y financiero. El estatus de zona franca ofrece procedimientos administrativos simplificados, exenciones fiscales y subvenciones directas del Estado marroquí. Más allá de estos incentivos, las ventajas de la zona franca son evidentes: el puerto está a 20 minutos, el aeropuerto es colindante, el servicio de autopistas es inmediato, la mano de obra es abundante y barata...

La nueva ciudad "Ibn Battuta", que lleva el nombre del viajero de la ciudad, pretende absorber parte del crecimiento demográfico de Tánger. Liderado por el holding público Al Omrane, para el desarrollo de parcelas y su venta a operadores inmobiliarios, debería contar con 50.000 viviendas.

Algunas parcelas están destinadas a albergar viviendas con "bajo valor inmobiliaria total " (VIT), comúnmente conocidas como viviendas de 140.000 dirhams (13.000 euros). Estos pisos están reservados para las poblaciones más modestas y sirven, aquí como en otros lugares, para luchar contra el desarrollo de la vivienda informal. La ambición del centro urbano de Ibn Battuta es, sin embargo, más amplia: edge-city para la ciudad del estrecho, que permitiría descongestionar la ciudad y contrarrestar su expansión anárquica.

De hecho, esta expansión amenaza visiblemente las zonas naturales y agrícolas. El bosque, mordisqueado por un campo de golf, y las zonas agrícolas situadas al este de la autopista llevan las cicatrices. La explosión geográfica de Tánger es real. Con 280.000 habitantes en 1982, la ciudad ha visto cuadruplicada su población en el espacio de 40 años. La ciudad atrae tanto a la población rifeña como a los emigrantes marroquíes en el extranjero, que representan el 40% del aumento del número de edificios. Tánger atrae más ampliamente a las poblaciones de las regiones orientales del Reino, ya que el éxito de las zonas francas y el puerto de Tánger-Med han transformado la imagen de la ciudad.

 


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La fábrica de Renault y la zona "Ciudad del Automóvil", motores de la afirmación industrial de Tánger y símbolo de su inserción en la división internacional del trabajo

En este zoom de estudio destacan dos zonas industriales creadas ex-nihilo en medio del campo, a 15 km al sureste de Tánger: la fábrica de Renault-Tánger, a lo largo de la autopista en el municipio de Melloussa, y, replegada al sur de ésta, la zona franca "Ciudad del Automóvil", que acoge a los proveedores de la marca del rombo. Con una longitud de 1,6 km y una anchura de 900 m, la planta de ensamblaje se presenta como un complejo industrial muy compacto e integrado, inmediatamente conectado a la autopista A4. Estos largos edificios albergan los distintos talleres de preparación y las líneas de montaje. Al suroeste se encuentran los aparcamientos del personal y de los proveedores, para los que los vehículos pesados desempeñan un papel decisivo; al noroeste están las vastas zonas de aparcamiento donde se almacenan los miles de coches que esperan la exportación.

Marruecos en la estrategia de internacionalización del grupo Renault

Estos establecimientos ilustran la estrategia de desarrollo industrial del Reino, que pretende captar las grandes inversiones de las empresas transnacionales. Alrededor de una locomotora extranjera, en este caso Renault, se fomenta de hecho todo un sector para atraer a las empresas subcontratistas y desarrollar los actores industriales nacionales. El objetivo final es estimular la creación de puestos de trabajo con entre 8 y 9.000 empleados directos -en su mayoría trabajadores especializados- para Renault, subir de categoría e impulsar las exportaciones, ya que el 93% de los vehículos se exportan, al tiempo que se satisfacen en parte las necesidades nacionales relacionadas con la progresiva subida del nivel de vida.

El éxito de esta estrategia para el sector del automóvil es evidente: se ha convertido en el primer puesto de exportación de Marruecos, en torno a las fábricas de Renault-Tanger y PSA-Kenitra. En Tánger, Renault produce desde 2012 vehículos Dacia, principalmente Lodgy, Dokker y Sandero. En 2017, la fábrica celebró su millonésimo vehículo producido y ahora consigue producir entre 300.000 y 400.000 vehículos al año. Después de Eslovenia, luego Turquía y Rumanía (marca Dacia), Marruecos constituye así un nuevo pilar en la estrategia de deslocalización de las actividades de ensamblaje de vehículos de gama baja y media en Europa del Este o en la Gran Cuenca Mediterránea. Esta ubicación aprovecha la proximidad geográfica con el mercado nacional y comunitario, una mano de obra abundante, costes salariales relativamente bajos, buenas infraestructuras y un marco estable.

Un polo integrado mediante la producción "justo a tiempo" y la creación de una red de proveedores y subcontratistas

La presencia de los fabricantes y proveedores de equipos para automóviles a dos kilómetros al sur de las líneas de montaje tiene un interés logístico evidente, en particular en la lógica de la producción "justo a tiempo" que requiere flujos continuos para abastecer a la planta de montaje. La concentración de proveedores en un clúster hace que toda la cadena de producción sea más dinámica.

Este segundo polo industrial integrado también representa muchos puestos de trabajo. Llantas de aluminio con el grupo coreano Hands (3.000 empleos), sistemas de iluminación con el grupo indio Varroc, pero también la fabricación de asientos (Martur), de sistemas térmicos (Marelli), de ventilación (Novatec) o cables eléctricos (Lear) y de juntas herméticas... Es difícil encontrar el eslabón que falta en esta cadena de producción.

Estas empresas trabajan para Renault, pero no exclusivamente: Siemens, por ejemplo, fabrica palas de aerogeneradores. Al instalarse en Tánger, se dirigen más ampliamente al mercado africano y mediterráneo. En este sentido, la estrategia de las empresas transnacionales está en consonancia con la del Reino y con una de las características históricas de la metrópoli de Tánger: la apertura hacia el Norte y el Sur.

 


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Tánger-Med: una infraestructura en el corazón de la emergencia marroquí

Tánger-Med: limitaciones del emplazamiento y terraplenes ganados al mar

Nos encontramos en el noreste de la región, con las montañas del Rif cayendo en el mar a través de un litoral vertical. Al otro lado del Estrecho de Gibraltar, a 15 km en línea recta, se encuentra Tarifa y el extremo sur de España y de la Unión Europea. Un poco más al este, a 30 km, se encuentran la Bahía de Algeciras y Gibraltar. Las limitaciones del lugar -ausencia de una llanura costera, montañas que caen en el mar, vientos violentos y tormentas procedentes del noroeste- explican la importancia de las habilitaciones realizadas.

En primer lugar, como hay muy pocas o ninguna zona plana, los promotores tuvieron que crear enormes terraplenes ganados al mar. Tienen 6,8 km de longitud y pueden tener entre 800 m de ancho en el sur y 1.800 m en el norte. Estas obras requirieron la apertura de canteras muy grandes entre Douar Dchicha y Laanasser y la construcción de carreteras y sendas para llevar la roca al mar. Hay que añadir la construcción de vastos y largos diques y espigones, claramente visibles en la imagen, para proteger las instalaciones portuarias del oleaje y las tormentas del mar abierto. La imagen también muestra la clara diferencia en las aguas superficiales.

Tánger-Med: una infraestructura moderna y de primera clase

Inaugurado en 2012, y ampliado en 2019 con una tercera y cuarta terminal de contenedores, el puerto de Tánger-Med impresiona por sus éxitos y su papel crucial en la integración de Marruecos en los flujos de la globalización.

Las diferentes zonas portuarias se distinguen claramente desde el espacio. Al sur, el puerto de Ksar Sghir, todavía aislado del resto del complejo, alberga desde 2008 una base de la Marina Real, en relación con el desarrollo de las actividades de Tánger-Med y, más ampliamente, con la vigilancia de la navegación en el Estrecho de Gibraltar.

Más al norte, se suceden tres cuencas de tamaños muy diferentes que atestiguan tanto la diversidad de las actividades portuarias como su fuerte crecimiento.

El corazón de la actividad de Tánger-Med es el tráfico de contenedores. En 2020 el puerto se consolidó como el primer puerto de contenedores de la cuenca mediterránea, con 5,7 millones de TEU manipulados, un 20% más que en 2019. Con ello, supera al rival español de Algeciras, históricamente dominante en el estrecho, pero también al puerto griego del Pireo, líder durante mucho tiempo en el Mediterráneo. Finalmente se ha consolidado como el principal puerto de Marruecos, con casi la mitad del tonelaje total del Reino.

Conectado a 180 puertos y 70 países, Tánger-Med desarrolla su actividad de contenedores como hub entre Asia, América, Europa y África. Las terminales son explotadas por grandes empresas internacionales, como Maersk, a través de su filial APM, o CMA-CGM, o por empresas nacionales, como Marsa Maroc.

El puerto no sólo se dedica al transbordo: las conexiones con el interior del país son potentes, tanto para el flujo de mercancías como para la movilidad, como lo demuestra el cordón de autopista que discurre hacia el sur. Tánger-Med tiene una fuerte actividad pasajera: es por allí por donde se han dirigido de nuevo los ferries que unen Europa con Marruecos, procedentes de Sète, Barcelona o Algeciras, y que antes animaban el puerto de Tánger-Ciudad. El transporte internacional por carretera, la exportación de vehículos nuevos y las mercancías a granel, tanto sólidas como líquidas, completan el cuadro de un puerto generalista y completo.

 


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Otros recursos

En la web Géoimage


Sobre el estrecho de Gibraltar o las dinámicas y mutaciones del espacio marroquí
Laurent Carroué : Le détroit de Gibraltar : une porte, un verrou et une interface stratégique entre Atlantique et Méditerranée, Europe et Afrique
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Contribuyentes

Autor

Mathias Lachenal, profesor del Liceo Lyautey de Casablanca, AEFE.

Traducción y corrección

Myriam Louvet et Marie-Judith Rosales (traduction), Lycée Pyrène de Pamiers, Académie de Toulouse.